La parte novedosa de la primera fase es que se utilizó como lípido auxiliar el licopeno, el pigmento que da color a los tomates y que es conocido por tener propiedades para el tratamiento contra el cáncer y enfermedades cardiovasculares. La incorporación del licopeno a la formulación mejoró la transfección de las neuronas.
En una última fase, se realizaron pruebas in vivo inyectando el preparado en el cráneo de ratas, y se apreció que las principales células que se transfectaron no fueron neuronas, sino células gliales y células de las paredes de los vasos sanguíneos. Las células gliales son muy abundantes en el sistema nervioso central y desempeñan un papel esencial en el correcto desarrollo y funcionamiento del tejido nervioso. Además, su alteración se asocia con numerosos trastornos neurológicos, como ictus hemorrágicos, esclerosis múltiple, epilepsia, enfermedad de Alzheimer y enfermedad de Parkinson.
[Int J Pharm 2018; 552: 48-55]Mashal M, Attia N, Soto-Sánchez C, Martínez-Navarrete G, Fernández E, Puras G, et al.
La Discapacidad Solo Marca UNA Diferencia